Esta canción está basada -y toma algunos fragmentos del mismo texto- en el fenómeno de La Dispersión que aparece en la Saga de Dune, escrita por Frank Herbert.
EST.
¿Qué es lo que perdimos y que es lo que ganamos?
Qué destino cruel, la senda del gusano,
que nos llevó a migrar, a huir, a dispersarnos,
a disputar estrellas, a conocer rencores,
total guerra entre nosotros, que una vez fuimos hermanos,
destrucción de mundos, ciudades, infiernos nucleares.
Cuánto esfuerzo costó, cuantas vidas se quemaron,
para edificar, procrear y defender lo logrado,
de agresivos vecinos, predadores esperando,
un pequeño descuido y tu planeta es saqueado.
Mundos tan extraños, que no eran ni soñados,
delitos terribles, que no fueron ocultados,
y muchos lamentos por cosas que cambiaron,
pero la vida es vida y elegir es claro.
Recuerdo amigos de guerra que casi todos olvidaron,
todos ellos destilados en cada herida que recibimos,
esas heridas son todos los lugares donde luchamos,
batallas que han quedado atrás, que nunca buscamos.
Aprendimos poca paz o acaso mucha guerra,
conocimos poco la vida y visitábamos la muerte,
y ahora el láser olvidado, el uniforme ajado,
y esas ansias terribles de marchar al combate,
sabiendo de antemano que allí la vida es frágil.
Pero la senda nos llevó, al principio de otro final,
aunque mucho nos dolió una tan cruel elección,
y si sembrar fue sin igual, la cosecha lo fue más,
y si sembrar fue sin igual, la cosecha lo fue más.
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