Hay solo un boliche en todo Montevideo que tiene una chica como responsable del orden dentro del local. Se llama Sandra y esta es la historia de cómo llego a trabajar allí.
El lío se armó,
por una cosa blanda,
le tocaron el culo
a la gorda Sandra.
Gritó desesperada
¡Me están violando!
El tipo dijo “¡No!
¡Solo la estoy tanteando!”
Y la derecha fue
directo al mentón,
el tipo cayó
y no se levantó.
“Me duele la mano”
dijo la gorda,
“Le pegué re-mal”,
el tipo estaba en coma.
Est.
SANDRA, SANDRA,
DE LAS MUJERES SOS EL EJEMPLÓN,
PUES SI ALGUIEN TE TOMA EL PELO,
LE DÁS UN COSCORRÓN.
Pero un amigo fue
a pedirle cuentas,
“¡Mirá lo que hiciste,
gorda de mierda!”
bastante tranquila,
le metió una rodilla
hasta la barriga.
Se dobló angustiado,
como buscando el suelo,
dijo “¡Uuuc!”
y quedó como muerto.
La zurda le dijo:
¿Y para mí no hay nada?
Para vós también,
¡Y pegó otra trompada!
EST.
Se le vino arriba
la barra entera,
pero quedaron cortos,
solo ocho eran…
La gorda saltaba,
golpeaba, esquivaba,
no la veía nadie,
era una fiera.
Y que pasó al final,
se preguntarán,
la gorda trabaja allá,
es la seguridad.
Dice: “Pórtense bien,
no tomen de más,
y no me miren de pesuca,
que van a cobrar”.
EST.
No hay comentarios:
Publicar un comentario