Cuando un poeta de la talla de Luis Ramón nos deja, pensamos que la vida se tornará más árida, más triste... y es cierto. Pero quedan sus palabras, sus letras, su cálido recuerdo...
A LUIS RAMÓN IGARZABAL
Amabas esta tierra
con la fuerza del campesino,
con gusto serías árbol,
uva, trigo.
Querías esta patria
con la sangre toda,
la esperanza siempre viva,
cúal
aurora.
Hablabas en poesía,
quisiéramos imitarte,
los pájaros al cantar
honor te hacen.
Sabías que los niños
eran la senda al futuro,
les diste tu corazón,
música y mundo.
La semilla que nos dejaste
fué de música y lucha,
viento, sol y campo,
alegres musas.
Buscaste en la guitarra,
tu compañera andante,
las dulces notas tuyas,
que plantaste.
QUE NO SE APAGUE LA LLAMA
DE LA ANTORCHA QUE ERA TU ALMA,
QUE NO SE OLVIDEN TUS LETRAS
LUMINOSAS COMO ESTRELLAS.
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