Con
sus maridos vivían
frustración
y llanto,
por
no ser valoradas,
por
no ser bien amadas.
Y
casualidad o no,
terminó
pasando,
que
un día descubrieron,
que
se estaban amando.
PORQUE
ELLA LA ACARICIA,
COMO
ÉL NO LO HACE,
Y LA
BESA TAN DULCE,
QUE
SE VUELA LA TARDE.
Sus
maridos sospechaban,
que
algo estaba cambiando,
pero
no imaginaron,
lo
que estaba pasando.
Y día
tras día,
y
tarde tras tarde,
ellas
descubrían,
lo
que era amarse.
No hay comentarios:
Publicar un comentario