Nos hicieron el cuento del cuco,
del “no te metas ahí”,
pero mis hijos estaban aguardando,
que yo hiciera algo.
Sabíamos que era arriesgado,
ellos eran más fuertes –y no entendían nuestras razones-
pero eran muchas las familias,
que estaban esperando –que hiciéramos algo-.
ESTA HISTORIA RECIÉN COMIENZA
Y SE VÁ FORJANDO, DÍA TRAS DÍA,
QUE USTED LA VIVA NO ME SORPRENDE,
No sabíamos como organizarnos,
como hacer algo en común,
y el miedo al despido amenazaba,
todas nuestras intenciones.
Pero la situación no cambiaba,
y el tiempo iba pasando,
y finalmente comprendimos:
Era la hora de movilizarnos.
NI ADOCTRINADOS, NI DOCTRINARIOS,
NI IDEÓLOGOS, NI PARTIDARIOS,
DESDE AHORA SINDICALISTAS,
PARA ENSEÑAR LO QUE ES JUSTICIA.
ESTA HISTORIA NO SE TERMINA
Y SE VÁ FORJANDO DÍA TRAS DÍA,
SI SE CONOCE NO SE SONRÍA,
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