viernes, 6 de abril de 2012

UNA PROFESIÓN COMO TODAS

CAMBIANDO ORO POR ALMAS, HIZO SU GRAN NEGOCIO,
CON UN TERRIBLE SOCIO, QUE ERA DE POR VIDA…

En su cabeza solo había dos cosas,
cobrar su jubilación o dormir en la plaza,
cuando lo asaltó La Mística,
se hizo un sacerdote, se vendió al Clero,
se hizo brujo, hechicero, se vendió al Diablo.

EL PORVENIR LO ASUSTABA… Y SE QUISO ASEGURAR…

Sus recaudaciones eran fabulosas,
impecables transas, de religión y almas,
almas chicas, grandes, corazones sangrando,
cruces invertidas, oscuridad reinante,
cementerios vivos y cráneos en las puertas, sonriendo…

CAMBIANDO ORO POR ALMAS, HIZO SU GRAN NEGOCIO,
CON UN TERRIBLE SOCIO, QUE ERA DE POR VIDA…

Hasta que una vez la calle le quedó chiquitita,
ya no conseguía ningún cliente,
que quisiera vender su alma,
precio justo pago, exclamaba,
pero adonde iba, todos se marchaban.

ESTABA DESESPERADO, NO SABÍA QUE HACER,
CUANDO LLEGUE MI AMO… ¿QUÉ MIERDA LE DIRÉ?

Cuando su señor llegó, lo encontró muy tieso,
no se animó a decirle nada, pero no contaba,
con que el Demonio sabía lo que a él lo apenaba…
“¿Te quedaste sin trabajo?”- le dijo riéndose,
“Pobre mi amigo… ¿y ahora que vá a comer?”

NECESITO AYUDA, NECESITO IDEAS,
DE TANTO PENSAR, ME DUELE LA CABEZA

Y como todo persistente, pobre hombre, inteligente,
encontró la solución a su triste problema…
“Dí con el nuevo negocio, más rentable que las almas,
seré político, honorable, total, ya no pierdo nada”

Y AUNQUE ME OLVIDÉ DE LAS ALMAS,
PUES ALLÍ NINGUNA ENCUENTRO,
ESTOY CHOCHO DE LA VIDA,AHORA EN EL PARLAMENTO,
CUMPLIENDO GRANDES SERVICIOS, POR LO MENOS PARA MÍ

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