viernes, 6 de abril de 2012

CONDENADO

El tipo afuera, muchos años sobre sus hombros. Su mirada está fija en la barra del bar, donde hay una larga hilera de botellas que se tapan y destapan…

UN MALOLIENTE SACO VIEJO,
UN OSCURO PANTALÓN DE TELA,
ROTOS ZAPATOS DE LOS OCHENTAS…

Y miraba las botellas desde la ventana,
pastosa boca que se hace agua,
sueña que te sueña solo tocarlas.

PROLIJO PEINADO HACIA ATRÁS,
PERO HACE TIEMPO QUE NO SE BAÑA,
DE LA CAMISA MEJOR NO HABLAR…

Y recuerda el tiempo en que podía comprarlas,
y vaya si compró, la pinta no engaña,
de alcohol sonrojada su ansiosa cara.

FABRICA IDEAS DESCABELLADAS,
DE CÓMO HACERSE CON UNA BOTELLA,
PERO ES UN BAILE, HAY QUE PAGAR ENTRADA… ¡QUE CAGADA!

Y quiere llorar, pero ya no se acuerda…
“¡Que vicio éste, que vicio de mierda,
pero ahora no puedo, no puedo dejarlo,
en alcohol moriré, yo ya estoy condenado!”

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