Ya vienen bajando
rumbo a la muerte
hombres de a caballo
con lanza y facón,
a enfrentar al godo,
de fusil y cañón.
La carrera es larga
y el final violento,
mucha vida se irá,
se irá con el viento,
más por cada una
pagará el imperio.
El cañón está
vomitando fuego,
desgarrando pechos,
sembrando desconcierto,
segando recuerdos,
tiñendo el suelo.
Muerte al imperio es,
nuestra consigna,
cobraremos deudas,
aún no contraídas,
pagarán con sangre
todas sus injusticias.
¡Libertad! Se grita,
a cualquier costo,
la línea del godo
ya se confundió,
con la montonera,
que la arrasó,
que la arrasó…
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