Esta canción habla de un hombre que conocí hace muchos años y de lo que le dijo a su hija, que en aquel entonces tenía tan solo doce años…
Negrita, sabe bien que la guita no alcanza
vá a tener que salir a trabajar,
que su pobre viejo se queda
a cuidar la heladera y el hogar.
Por las telenovelas no se preocupe,
que yo seguro las voy a mirar,
y se las cuento toditas,
nada se me olvidará…
Y ella lo miraba, sin entender nada,
Y el se sintió culpable, ante sus ojos de niña…
Cierto que solo tengo cuarenta años,
y podría salir yo a laburar,
pero la muerte de su mama,
me dejó la cabeza mal.
No puedo trabajar por pensar en ella,
ni siquiera cuando tomo la puedo olvidar,
dele m´hija , salga a la calle,
que el estómago no puede esperar.
Demasiado vino, demasiada amargura,
dice que ya no aguanta, la vida no le pregunta…
No me importa en lo que trabaje,
si quiere hacer el yire pa´ mi da igual…
el asunto es que se traiga algún mango,
pa´ los vicios y pa´morfar…
Dele m´ hija que usted ya es grande,
y algún día hay que empezar,
a saber encarar la vida,
de a poco se acostumbrará…
La niña no dice nada, calla y llora ilusionada,
al fin podrá ver el mundo, niña, sueños, mundo crudo…
Mundo, mundo crudo, ahí va la niña…
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