miércoles, 1 de diciembre de 2010

DEL OTRO LADO DEL MAR


Qué trampa que nos tendieron,
me cuesta mucho entender,
si somos igual que ellos,
con otro color de piel…
“Esclavos fuertes”-dijeron,
nada me dijo eso a mí,
más cuando ví las cadenas,
con pesar algo entendí…
                                     
El viaje fue una locura,
una pesadilla sin fin,
nunca tanto había sufrido,
el dolor lo aprendí ahí…
Después a la llegada,
de lo poco que quedó,
se sirvieron los señores,
el candombe así nació.

Cada vez que me despierto,
lo hago con una esperanza,
pero mi gente ya no está,
ellos quedaron en el Africa…
¿Dónde está mi compañera,
los hijos que tanto amé…
por qué me sacaron todo,porqué?
                                 
Y cuanto más pienso en ellos,        
más sé que no he de volver,
la garganta se me anuda,
y se me eriza la piel,
tan solo cantando puedo,
dejar el tiempo correr,
lloro y pregunto a la noche,
¿porque?

Hace mucho tiempo de esto,
que acabo de contar,
las lágrimas se secaron,
pero la tristeza aún está,
el tambor lo dice todo,
mi bailar un poco más,
sientan, sientan mis lamentos,
que en ellos el negro está…
en ellos el negro está…

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