Camino por mi patria
de aquí para allá,
hago todo laburo
de campo o ciudad.
En Montevideo y en Maldonado
le di a la construcción,
corté uva en Canelones
y en Bella Unión.
Probé la caña de azúcar,
también la remolacha,
hay que hacer de todo un poco,
la zafra no empacha.
Trabajé en un bar,
y en un restorán,
y en una empresa
de seguridad.
En una sanitaria,
en un supermercado,
y revendí entradas,
para ir al estadio.
No me asusta la esquila,
ni el arrozal,
tampoco me achico,
en el naranjal.
En la forestación
trabajé mucho tiempo,
planté por todos lados,
otro día les cuento.
Repartí gas,
arreglé jardines,
y vendí en las ferias,
artículos miles.
Arriba de los ómnibus,
con una guitarra,
canción a canción,
fui haciendo la diaria.
A la papa en San José,
le hice una entrada,
y si hay que hacer quinta,
no hago mala cara.
Probé en una barquita,
salir a pescar,
y pa´quedar cerca ´el agua
aprendí a estibar.
Estuve requechando
y reciclando,
y por si fuera poco
también vendí diarios.
Repartí volantes
en todas las avenidas
y lavé cristales
en muchas esquinas.
Fui peón de estancia,
fui alambrador,
fui tractorista,
también monteador.
Coseché frutillas,
peras y sandías
y anduve tropeando
en esta patria mía.
De cueros y lanas
y leña también,
unos cuantos camiones,
vine a conocer.
Con zafras y changas,
nunca estará aburrido,
y sabrá perdonar,
si de algo me olvido.
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