miércoles, 1 de diciembre de 2010

EL LICÁNTROPO


La luna me mira triste
llorando mi soledad,
aúllo en la noche clara,
el hombre lobo está…

Corriendo trazo verdades,
sin piedad, me dejo llevar,
por la tenue luz que me envuelve,
diciendo: “eres mío otra vez”.

Desgarro historias pasadas,
siembro palabras de horror,
pero me siento libre,
sin ser hombre, ni lobo, soy yo.

Abro caminos de sangre
de entrañas, de vidas rotas,
pero no duda mi carne,
aullando mi triunfo, mi aurora.

El sol nace de nuevo,
la luz ya hiere mi piel,
se termina mi noche,
pronto triste estaré…
Se termina mi noche,
pronto un hombre seré…  

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