Era
un montón de cosas al pedo,
tiradas
al aire,
pero
dichas con gran calidad,
político
donaire.
Metían
cada verso machazo,
que
no se los creía nadie,
pero
los bancos están ahí,
y
las cuentas tenían hambre.
La
gente pasaba penurias,
pero
los votaba igualmente,
y
si eso no es masoquismo,
es
algo que dice lo mismo.
Y
así sigue y sigue esta historia,
con
final que no se adivina,
nadie
sabe si va a terminarse,
a
terminarse algún día.
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